domingo, 30 de diciembre de 2018

UN AÑO MÁS


UN AÑO MÁS

Un año tarda el planeta en el que vivimos, la Tierra, en hacer una órbita completa alrededor del sol, la estrella de la que depende su vida.

Desde hace más de cinco mil años, los hombres han llamado Año a ese periodo orbital. Sin duda desde mucho antes ya sabían que el ciclo volvía a empezar después de que el sol saliera y se ocultara 365 veces, repitiendo los turnos sucesivos  de luz y oscuridad, sol y luna, lluvia y sequía, calor y frío, una y otra vez. La civilización egipcia creó el primer calendario solar con 365 días, patrón inicial del calendario actual, una vez ajustadas las horas, minutos y segundos que los científicos del Renacimiento observaron que sobraban cada año, desajuste resuelto  añadiendo un día más  cada cuatro años: los años bisiestos , que tienen 366 días.

Mientras la tierra da su paseo oblongo por el espacio, a nosotros nos pasan las cosas que forman nuestra historia real o lo que es lo mismo, nuestra vida. Empezamos cada año con la ilusión de que todo lo que nos ocurrirá será bueno, siempre soñando con mejorar, después la vida, que no el año de turno, se encarga de adjudicarnos lo que nos corresponde a cada uno. Y nosotros seguimos celebrando la despedida de cada año y la entrada del año que empieza, nos deseamos buena suerte y felicidad los unos a los otros y aprovechamos para festejar, con rituales y alegría, esa noche última del año que desaparece  y brindando porque el nuevo que empieza sea mejor que el anterior.
 
Yo este año quisiera que lo que hayamos de vivir lo afrontemos con buen ánimo y sentido común, que asumamos lo que nos venga, sea como sea, con inteligencia y buen talante y administremos nuestra suerte de la mejor manera posible.

 Pero cumpliendo con la tradición no puedo dejar de  desearos a  todos vosotros amigos míos, para siempre, para todas vuestras vidas, Mucha  Suerte y Mucha Felicidad, por supuesto empezando por este Nuevo 2019 que empieza mañana.

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