martes, 29 de septiembre de 2009

KIKI



Kiki es mi perro. Hace quince años me lo encontré y desde entonces forma parte de nuestra familia, su papel en la casa desde el primer día es el de generador de sonrisas.

Era el día 30 de agosto de 1994, yo acababa de volver de Lanzarote después de pasar unos días en casa de Pilar, donde reinaba de forma absoluta su perro Pepe, lo habían adoptado cuando lo encontraron en la puerta de la casa abandonado por algún viajero que, sin duda, había sido avisado de la generosidad de los que allí habitaban. Se debió de correr la voz por la isla porque más tarde y por el mismo camino llegaron Greta primero y después Camoens. Cada uno de ellos con su propio carácter o lo que llamaríamos, inapropiadamente, su “personalidad”. Pero me consta que los tres, cada cual a su modo, a lo largo de sus vidas han devuelto el favor con creces, regalando compañía y felicidad a sus dueños y benefactores. Es más, creo que Camoens todavía desarrolla su función alegradora en aquella casa. “A Casa”.

Por la tarde, huyendo del calor, fuimos Nana y yo al Boliche, una terraza de verano que hay enfrente de la que fue la huerta de mi abuela, y al entrar ya lo vimos correr hacia nosotros saltando y saludándonos como si fuéramos su familia, irradiaba simpatía por todos lados, era blanco y pequeño, no diré que parecía de algodón, porque eso ya lo dijo el maestro y además estaba sucio, pero sus ojos si que eran tan negros y tan brillantes como el azabache. Saltaba como si tuviera un muelle en las patitas. Le hacía descaradamente la pelota a todos los que entraban, sin duda buscaba un dueño. Yo que todavía tenía en mi recuerdo los juegos de Pepe no pude resistir la tentación de acariciarlo y ya está, él me adoptó a mí. A partir de ese momento y hasta el día de hoy, no se ha separado de mi lado.

Yo era consciente de que no era fácil llevar a mi casa un perro, tuve que negociar duro, no servían las promesas ni los ruegos, pero hubo un argumento final que fue definitivo: las sonrisas de ternura que se dibujaron en las caras de los niños. Ante eso no hubo negativa posible.

Y así comenzó su vida con nosotros. De la anterior solo trajo pánico a los viajes en coche, seguramente se había separado de sus dueños en el viaje de vuelta de vacaciones, era muy corredor y le gustaba perseguir todo lo que se movía, y eso nos hace pensar que no fue abandonado sino que se perdió en una de sus aventuras, conociéndolo es imposible pensar que alguien quisiera abandonar un animal tan cariñoso y simpático.

Sus manifestaciones de alegría cuando alguien vuelve a casa, sus saltos y cabriolas son espectaculares, él saluda al entrar como si de dar la vuelta al mundo se volviera, no entiende de tiempos, solo entiende de fidelidad y amor. Cuando era joven daba vueltas y vueltas a la mesa a una velocidad de vértigo, algunas veces derrapaba y se estampaba contra la pared, pero de un salto volvía a su órbita y continuaba girando a toda prisa, solo para expresar la alegría que a él le producía vernos después de una ausencia.

En su cabeza pequeña hay sitio para muchas cosas, algunas fundamentales, él tiene muy claro cual ha de ser su comportamiento para conseguir una vida mejor, síntoma de una sensatez que para si la quisieran algunos humanos, su agradecimiento hacia mi persona hace pensar que es consciente de que lo salvé de un destino trágico el día que lo recogí, ha seguido mis pasos por donde yo los haya andado, se ha lamentado cuando me he ausentado, pero solo lo justo, mientras yo pudiera oírlo, ¿para qué más?. Cuando alguien se ha ocupado de cubrir sus necesidades de paseo, de alimentación o de juegos, él lo ha convertido en el objeto de su amor más incondicional. Es la criatura más agradecida que yo he conocido.

Una de las cosas que sabe y, eso es su principal fuente de preocupación, es que en mi escala de amores los primeros son mis hijos, él los adora, pero los intuye como rivales cuando se acercan mucho a mi, ladra sin parar y trata por todos los medios de situarse en medio para impedirlo. Cuando era mas joven nos gustaba provocarlo y nos dabamos mi hija y yo grandes y sonoros besos que le hacían saltar como un loco, solo se calmaba cuando yo le decía: “¡ Hijo mío, hijo mío, tú también eres hijo de la madre! ”, mientras le rascaba detrás de las orejas.

Ha tenido una buena vida, en la medida de lo posible hemos procurado anticiparnos a sus necesidades. Ha vivido entre nosotros como miembro de nuestra familia, pero también ha tenido su familia de perros: su compañera y nieta Kika, y sus dos hijos Bili y Bola. Alguna vez contaré sus historias, hoy cuento la de Kiki porque ya está viejo y dentro de poco terminará su vida, y estoy segura que en ese momento yo no podré escribir sobre él sin morirme de pena, prefiero hacerlo hoy, que aunque enfermo y viejo, está aquí a mi lado mirándome con sus ojos negros que ya apenas me ven. En tanto que los cuidados y las medicinas sirvan para que conserve la calidad de vida que siempre ha tenido estará aquí, cuando eso no sea así, yo misma lo llevaré a su veterinario y él lo dormirá sin sufrimiento. ¡Que más quisiera yo que cuando llegue mi hora alguien pudiera hacer lo mismo conmigo!.

La foto que encabeza este escrito es de hoy, viejo y con el culillo caído porque tiene paralizada la pata izquierda de atrás, he vencido la tentación de mostrarlo cuando parecía un muñeco de peluche, no hay cosa más triste y más ofensiva que tratar de ocultar la vejez. Ese es Kiki, nuestro perro, con el que tenemos una deuda de gratitud todos nosotros porque le debemos muchos momentos de ternura y muchas sonrisas. Gracias Kiki, siempre estarás en nuestros corazones.





Blogger coco dijo...

Kiki terminó su vida el dia 17 de junio de 2010, lo llevamos la niña y yo y en la clínica lo estaban esperando sus dos veterinarios: Beatriz y Manolo, llevaba dos días sin comer y presentaba signos de parálisis intestinal, vi claro que no podía vivir más. Lo llevamos con su cama y en ella estuvo hasta el final. Le puso Beatriz una inyección de anestesia y mientras se dormía yo le rascaba detrás de las orejas y le decía que él era el "Único y genuino hijo de la madre, hijo mio, hijo de la madre" y así se durmió. Después salimos de la habitación y Beatriz acabó con su vida de la forma más civilizada y menos dolorosa que existe.
Coquete lloraba sin parar, y Manolo y Beatriz, mucho más que dos profesionales, no podían ocultar su pesar. Yo lloré también, pero menos de lo que me esperaba, porque el hecho de haber tomado la determinación y haber elegido el momento me hizo afrontarlo en paz.





















jueves, 24 de septiembre de 2009

ESO LO PINTA MI NIÑO Sobre pintura (para que lo lean Carla y Macu)

En el blog de Juan se inició un debate sobre arte, y alguien hizo bromas sobre la gente que cuando ven un cuadro cubista o abstracto dice "Eso lo hace mi niño mejor". Los artistas que participan hicieron sus comentarios, algunos muy buenos, como el que dijo que él les respondía, "Pues reúne a unos pocos niños como el tuyo y les hacemos una exposición". Yo, les escribí esto:

"Sin conocimientos suficientes sobre teorías artísticas, sin saber del arte como ciencia, solamente desde mi posición de vulgar espectadora con los pies pegados al suelo con cemento, os digo a los que tengáis la tentación de comparar la pintura de Picasso o la de Miró o la de cualquier artista verdadero, sea del estilo que sea, con lo que puede pintar un niño, que huyáis de la idea con la mayor rapidez posible, y, sobre todo, no lo manifestéis donde se os pueda oír porque es el camino más fácil para caer en el ridículo.
Buscad las obras de juventud, incluso de infancia, de esos artistas y veréis que al principio ellos ya eran maestros en la expresión del arte que la gente común entendemos, o sea, a eso que parece hecho por niños ellos llegaron al final de su carrera, después de superar todas la etapas de experimentación artística y cuando ya habían demostrado todo lo que había que demostrar. Creo que es mucho más difícil transmitir el dolor de un caballo herido por una bomba desde un dibujo cubista que desde uno realista. Yo admiro los dos, y no se trata de comparar, solo hago esta intervención para que en el debate que ha surgido haya una aportación desde la óptica de alguien que solo sabe mirar sin pretensiones."

domingo, 20 de septiembre de 2009

Nono padre

Le he dicho a Nono, mi compañero, marido y padre de mis hijos , "¡Hay que ver que nunca lees lo que escribo en el blog!", y me ha contestado ¿para que?, si te estoy oyendo desde hace 40 años. ¿Que os parece?.

Mirar un cuadro






Cuando miro un cuadro veo lo que ha pintado el artista y no me planteo otra cosa que no sea esa; lo que yo veo, lo que él pintó. Nunca he pensado eso de "qué quiere decir" con esto el pintor. Eso no es por que yo lo entienda todo o que no haga mi propia interpretación de lo que hay en el cuadro, simplemente lo veo con ojos de espectadora.

Me emociona ver las obras de arte que cuentan historias por si mismas, sin que yo tenga que adivinarlas, admiro la forma en que esas historias son contadas por el artista, no puedo abstraerme y ver, solo como un cuadro, "Los fusilamientos de Príncipe Pío, el 3 de mayo de 1808", o "La lucha contra los Mamelucos, el dos de mayo de 1808", de Goya. Me convierto en espectadora de los acontecimientos que ocurrieron, como si los viviera en primera persona. De igual forma no puedo dejar de ponerme las manos en la cabeza como esa mujer que, por encima de la valla, mira como fusilan a Maximiliano en el cuadro de Manet. Creo haber leído en alguna parte que Picasso se negó a explicar el simbolismo del Gernika, hizo bien, no hacía falta. Cuando lo trajeron y lo pudimos ver por primera vez en el Casón del Buen Retiro, y lo vi tan grande, tan doloroso, me tuve que sentar de la impresión que me causó, habían puesto allí un banco largo muy oportuno, sin duda antes, alguien mas sensible que yo se había caído al suelo.


Por otra parte, hay obras en las que me da igual lo que cuenten, solo me impresiona la belleza de lo que han pintado, lo que me impresiona es el arte, la genialidad del pintor. Y si se trata de arte abstracto, no veo nada mas que los colores y las figuras, no busco más allá, y me gustan por eso, porque son colores y son figuras, no tengo yo tantos conocimientos como para interpretar esas obras.


En los cuadros de Juan, algunas veces, descubro cosas que van mas allá de la pintura, pero yo creo que es porque conozco su historia. Por ejemplo, recuerdo una exposición en Las Rozas en la que había un cuadro grande muy bonito con la Bony ( su perra) en primer plano, me dí cuenta que la perra que había pintado tenía algo raro en los ojos y pensé "Joder con el tío que ha pintado a la perra muerta", supongo que otras personas se darían cuenta también, pero en mi caso dí por sentado que era porque hacía muy poco tiempo que habíamos pasado por el duelo de la pobre perrita. Delante del cuadro hablé con él y me dijo ¿Has visto que la Bony está muerta?.-Pues claro, ¿Como no lo voy a ver?. Pero los dos conocíamos nuestra historia reciente. Lo mismo puedo contar de otros cuadros en los que he visto cosas, los columpios vacíos, las madres que se iban con el niño en brazos alejándose, el niño jugando pero muerto, todos esos cuadros amarillos y con niños tristes. Y también he visto los colores de la Estrella de Oriente, las risas y el raso brillante y rosa del vestido de su hija en alguno de sus últimos cuadros.


domingo, 6 de septiembre de 2009

Sobre el feminismo


Sobre el feminismo

A partir de un texto sobre el erotismo en el arte que escribió Juan se desarrolló una tertulia acerca de la mujer en el arte que derivó en la critica a las actitudes de algunas feministas que confunden al feminismo con hombrismo, es decir que imitan los vicios y virtudes de los hombres para alcanzar la igualdad de sexos tan deseada.
Yo hice mi aportación tarde, cuando ya llevaban muchas intervenciones todos, y desde la perspectiva del papel de la mujer en el arte hasta la críticas a los gobiernos habían pasado de un tema a otro. Esto que veréis a continuación ha sido mi aportación.



Durante todo el siglo XX y lo que va del XXI, con mucho sufrimiento en ocasiones, la mujer ha ido conquistando el derecho a tener las mismas oportunidades de desarrollo personal de las que disfrutaba el hombre. En este momento en la sociedad civilizada del mundo occidental se puede decir que está practicamente conseguida la igualdad por la que tanto se ha luchado. En España desde la llegada del régimen democrático los gobiernos sucesivos han colaborado en la consecución de ese fin, unos más que otros, por supuesto. El gobierno actual, no cabe duda, que ha demostrado una sensibilidad especial ante este asunto, como se puede probar con las nuevas normas para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Pero por todo esto hay que pagar un precio, y en ocasiones el precio ha sido caer en el ridículo y en la exageración, no olvidemos los malabarismos que hacen para no incurrir en el pecado mortal de usar el lenguaje discriminatorio y machista que durante siglos hemos venido usando en éste país, llegando a decir tonterías políticamente correctas hasta las señoras ministras.


Yo, que cumplí 18 años en 1968, que llevé la falda mas corta que nadie en su día, (Morayma seguro que lo sabe) y he ido disfrutando de todos los avances de las mujeres en primera persona, pensé que me daba un infarto el día que tuve que informar a un hombre de que tenia derecho a cobrar una prestación por Paternidad, sangre les costó a mis compañeros que yo aceptara semejante cosa, hasta que alguien me convenció que era para beneficiar a las mujeres que había que crear las nuevas prestaciones de Paternidad y la posibilidad de compartir el descanso maternal entre el padre y la madre, para que la responsabilidad de cuidar de los hijos se pudiera compartir sin excusas. Hasta eso ha habido que hacer para que las mujeres no sean discriminadas a la hora de contratarlas. El problemas mas grande de todos es el uso que pueden hacer las mujeres de estos avances, no las tengo yo todas conmigo ni confío mucho en todas ellas, he observado gigantescos pasos atrás en las nuevas generaciones, siempre salvando las honrosas excepciones.

Y el precio se seguirá pagando.


Pero lo que no podemos olvidar, es que el mundo es mucho mas grande, y esto de lo que estamos hablando solo ocurre en el primer mundo, y es una gota de agua en la inmensidad del océano de la humanidad. Mientras haya niñas en África a las que les hacen la ablación, mientras vendan niñas en Asia para los burdeles, mientras en América sigan viviendo en la calle y desapareciendo para, vaya usted a saber que clases de tráficos, mientras los niños y las niñas se mueran de hambre cada día por millones, no habremos hecho nada.


Lo siento. Este es el precio que vosotros pagáis por haber sacado el tema del machismo y el feminismo. Yo lo he desviado de su rumbo artístico y me lo he llevado a mi terreno pero es que la que manda en mi teclado soy yo. ¡¡Faltaría más!!