¿YA ES NAVIDAD?
Objetivo difícil el que se nos
plantea para estas próximas fechas, hay que celebrar la paz, el amor y la
hermandad, la Navidad así lo pide. Para ello contamos con ingredientes tan poco fiables como son las reuniones
familiares con sus buenas comidas,
sus buenas bebidas y sus buenos regalos,
a ser posible rodeados por el mayor lujo posible. Justo lo contrario del espíritu inicial de
estas fiestas. Y lo peor es que
todos lo sabemos, y seguimos año tras
año haciendo el paripé, por los niños, por esos niños que después serán adultos
frustrados cuando les falte algo o alguien y no sean las fiestas como fueron o
parecieron ser.
Y aún seguiremos celebrando porque
la idea es buena y algunas veces sale bien, aunque fallos tiene que tener, porque si no, como se explica que cuando se
percibe su llegada, cada vez mas tempranamente anunciada, el sentimiento de
hastío provoque la tan repetida pregunta: ¿pero ya está aquí la Navidad? Pues sí, ya está aquí y vamos a hacer lo que toca,
porque somos débiles y no sabemos remediarlo.
Así que a celebrar la entrada del
invierno según la tradición: a adornar la casa, a preparar comidas, a buscar regalos,
a añorar a los ausentes, a disfrutar de los presentes y a soportar a algunos
parientes, todo con mucha armonía y buena voluntad.
Y a pasarlo bien que para eso es
Nochebuena y mañana es Navidad, a andar
el camino que la nieve cubrió poropompóm, poropompóm, a ver si es verdad que en
el Portal de Belén hay estrellas, sol y luna y que han entrado los ratones y
han roído unos calzones, y a comprobar
que, como siempre, los peces beben en el río. Pero cuidado con el vino de la bota de Manuela que se puede
liar la Marimorena y, entre todas las
noches, esta es una Noche de Paz.
Escribo este texto en serio, con
su poquito de tontería, para desearos a todos: ¡¡Feliz Navidad!!
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