viernes, 14 de marzo de 2014

POTAJE DE PANECILLOS





POTAJE DE PANECILLOS
Como el que comí en Fátima.

Un potaje así comí una vez un Viernes Santo en una aldea llamada Fátima, perteneciente al municipio de Castríl de la Peña, me gustó tanto que he estado experimentando todos estos años, hasta que he conseguido un plato, que si no es igual, es muy parecido o, por lo menos, a mi me ha gustado tanto  como me gustó aquel.


Castríl de la Peña
Foto obtenida de la web de la Junta de Andalucía

Por cierto, recomiendo visitar Castríl, que es el pueblo de mis amiga Pilar, con la que yo tengo una deuda de reconocimiento hacia su pueblo, porque cuando éramos niñas, ella me decía que su pueblo era precioso y muy bueno para veranear y yo respondía, con impertinencia infantil: ¡Pues será un pueblo como todos los pueblos!  

Una Semana Santa, pasada la infancia y  la juventud, con la madurez suficiente para reconocer los errores, conocí el pueblo y no tuve más remedio que llamarla y decirle que le pedía perdón porque su pueblo era uno de los pueblos más bonitos que había visto en mi vida, y que,efectivamente, reunía los requisitos necesarios para pasar vacaciones, en las que no faltarían atractivos de entretenimiento para todos los gustos. Dicho queda y vamos a la receta del potaje.


Ingredientes


½ kilo de garbanzos buenos
Aceite de Oliva Virgen Extra
1 tomate grande
1 cebolla
1 pimiento rojo seco
1 pimiento verde
3 dientes de ajo
1 hoja de laurel
Pimienta en grano
Azafrán en hebra
1 bolsa de espinacas crudas
1 huevo
1 paquete de migas de bacalao desalado (Hay uno muy bueno en Mercadona)
Miga de Pan
Perejil y sal.

Elaboración

En una olla grande se pone a cocer el agua con las hortalizas enteras: tomate,pimiento verde, pimiento seco sin semillas, cebolla, dos de los ajos, y también con la hoja de laurel, los granos de pimienta, unas hebras de azafrán y un chorreón de aceite de oliva. 

Cuando empiece a hervir se añaden los garbanzos, que habrán estado en remojo en agua tibia toda la noche, dejando hervir el guiso a fuego lento el tiempo que necesiten los garbanzos.  Cuando estén casi tiernos, se sacan las hortalizas, pimientos, tomate, cebolla que se trituran en la batidora y se devuelven triturados al guiso.

Por otra parte, se hace una masa con el bacalao muy picado, un huevo batido, la miga de pan, medio diente de  ajo muy picado, perejil, y sal, se moldea con forma de panecillos o albóndigas que se  fríen en aceite caliente muy caliente.

Por último, se echa un puñado de espinacas a la olla, no muchas, y se añaden  los panecillos para que hiervan con el guiso, empapándose con el caldo y mezclándose los sabores,  mientras se terminan de hacer las espinacas. Se comprueba el punto de sal y listo para servir.