martes, 24 de marzo de 2020

LA GUERRA DE LOS VIRUS


En muchas ocasiones somos victimas de nosotros mismos, esta forma de ser que vino conmigo al mundo me ha privado de muchas cosas; no creo que sea ni virtud ni defecto pero siempre he tenido la manía , ya lo he comentado en otras ocasiones, de no creerme nada que no pueda ser demostrado empíricamente. Y claro, como nací en 1950, no tuvieron más remedio mis padres que ponerme en un colegio de monjas y tuve que vivir en medio de un mundo de influencia judeo-cristiana, o como se llame eso, y para una niña con el defectillo de la desconfianza general hacia el magisterio fue letal porque no aprendí nada que no se demostrara con una escuadra y un cartabón,con unas cuantas reglas o con unas operaciones matemáticas. Esto, por otra parte es natural, teniendo en cuenta la ideología reinante en la época por fuerza teníamos que considerar idiotas a aquellas maestras, porque la mayoría de las cosas que pretendían hacernos creer eran tonterías y mentiras. Pues resulta que todos estas circunstancias hicieron que no prestara atención a lo que debía conocer, y me he perdido todas las mitologías y las historias sagradas y ahora me encuentro con un vacío cultural importante, porque no se nada de lo que se supone que es la explicación de la evolución de los comportamientos humanos.

Yo me lo he guisado y me lo he comido, y he intentado aprender y algunas cosas las he aprendido, pero sigo sin poder interesarme por lo que no tiene explicación lógica. Y aquí me veo, que no se si lo que está pasando es producto de una guerra orquestada por intereses ocultos de los hombres o es un castigo de Dios como las plagas de Egipto por malos, por adorar al becerro de oro o por cualquier otra cosa que no le haya gustado a los otros dioses. Aunque me parece que la que se está beneficiando es la diosa Tierra, que se está tomando un respiro del estrés al que se le ha sometido en aras del progreso y lo que los humanos hemos entendido por bienestar.


Pero a ver como escapamos de ésta y está difícil de verdad la cosa, esperemos que sirva como punto de inflexión para que se replanteen muchos conceptos y muchas actitudes, que lo que estamos viendo es una guerra y la estamos perdiendo. Y es posible que la perdamos irremediablemente, como no seamos capaces de luchar como un solo ejercito y como se sigan anteponiendo los intereses partidistas para hacer mercadería de votos y voluntades quién va a perder no va a ser un partido u otro, el verdadero perdedor va a ser el mismísimo Genero Humano.


Podría darme igual , porque el mes que viene cumplo 70 años y "Confieso Que He Vivido", pero hay hijos y también hay hijos de otros hijos y quiero para todos un buen mundo en el que vivir.

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