jueves, 16 de febrero de 2017

SIN ÁNIMO DE OFENDER

Al caballero que gobierna el Banco de España no le importa que las nuevas generaciones accedan a su primer empleo con diez años de retraso, eso no le preocupa. Tampoco le preocupa que ese empleo sea a tiempo parcial y de corta duración o que el sueldo que perciban por él sea ridículo, eso no le importa al caballero gobernador;  habrá calculado  él  o alguna lumbrera de su equipo,  que de esa forma cuando sean mayores tendrán pocas cotizaciones y por bases ínfimas y así sus pensiones saldrán baratas al Estado. También habrá pensado él o alguna lumbrera de su equipo, que estas generaciones lo que tienen que hacer, si es que quieren pasar una vejez digna,  es suscribir un plan de pensiones con alguna entidad financiera de la que ellos o sus amigos son accionistas. Quizás también hayan pensado que con sus sueldos tan bajos, lo que tienen que hacer es no casarse, no tener hijos y no comer, así tendrán menos gastos y podrán dedicar algún dinero a pagar la cuota del plan de pensiones, de paso si no comen se morirán pronto lo que reduciría el gasto de forma efectiva.  Más o menos. 

Parece ser que al señor gobernador del Banco de España ninguno de sus asesores le ha dicho que en este país el Sistema de Seguridad Social ha estado funcionando desde hace cien  años gracias al sistema de reparto y solidaridad entre generaciones, que las cuotas de trabajadores y empresarios relacionadas directamente con los sueldos más o menos aceptables,  han servido para sostenerlo y que, muchas personas  tan bien preparadas o más que ellos pero sin duda mejor intencionadas, han dedicado sus esfuerzos a mejorar , ciclo tras ciclo, el sistema de financiación adecuándolo a los tiempos según ha sido necesario. 


Tampoco le han asesorado sobre la posibilidad de unir, si los tiempos y la economía nacional así lo exigen,  al sostenimiento del sistema de cuotas laborales existente, la financiación a través de  un posible impuesto que grabara  alguno de los bienes de equipo que tan buen resultado dan a las empresas y que facilitan tanto la vida del trabajador
  hasta el punto  que ahora llegan a la edad de jubilación hecho unos chiquillos, sen el señor gobernador. Pues  miren  ustedes por donde al impuesto de  esas maquinarias y a sus accesorios se les podría añadir un puntito y dedicarlo a paliar el déficit de financiación que se viene dando gracias a los despidos múltiples y a los contratos basura que se están permitiendo.

Lo siento, caballero, pero para dar estos consejos tan sospechosos mejor sería que usted no fuera a ninguna comisión del congreso, sobre todo cuando el asunto a tratar no está dentro del ámbito de sus competencias, porque puede ser  que la gente se cuestione algo que parece que no está muy claro y a usted no le va a gustar.Para salir de dudas  contando con que preguntar no es ofender y asumiendo el riesgo de caer en los abismos de la Ley Mordaza, me pregunto : ¿A quién sirve el Gobernador?