jueves, 28 de marzo de 2019

VICENTE ALMAGRO SAN MARTÍN



VICENTE ALMAGRO SAN MARTÍN







Dedicado a Antonio Almagro Carrasco, que quiso recuperar la memoria de su abuelo Vicente



Vicente Almagro San Martín, (Granada, 1885/1936) fue un abogado y político español, perteneciente a una influyente familia granadina, con miembros destacados en el mundo intelectual así como en el ámbito del derecho y de la política en el siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Sus padres fueron Pilar San Martín Herrero y Melchor Almagro Díaz, abogado de prestigio y  político a nivel nacional por el partido Republicano Liberal,cuya brillante carrera  fue truncada por una muerte prematura a los 43 años, dejando tres huérfanos de corta edad, el menor de ellos Vicente tenía 8 años. 

Su hermano mayor Melchor Almagro San Martín, fue diplomático, historiador y un brillante escritor y periodista, de cuyos textos autobiográficos se desprende que la primera infancia de los tres hermanos, antes de la muerte de  su padre, fue una etapa feliz que pasaron en su casa de la Calle del Águila de Granada rodeados de  bienestar en el seno de una familia modelo para las de su época. También fue primo hermano del periodista, escritor y crítico literario Melchor Fernández Almagro. 

Junto a sus hermanos fue educado en el colegio de los Padres Escolapios de la capital granadina hasta que su familia se trasladó a Madrid, donde estudió Derecho. De vuelta a Granada se dedicó al ejercicio de la abogacía, compaginando dicha actividad con la delegación del Banco Vitalicio.

Contrajo matrimonio con Elvira Segura Soriano con la que tuvo siete hijos: Pilar, Vicente, Melchor, Manuel, Elvira, José María y Rita Almagro Segura. 


ALCALDE ACCIDENTAL


Por tradición familiar y por su propia inquietud, siendo aún muy joven  inició su carrera política en el  Partido Demócrata Posibilista, militando posteriormente  en el Partido Liberal del Conde de Romanones y a partir de 1930 en el Partido Republicano Progresista, liderado por Niceto Alcalá Zamora, todos ellos de ideología republicana liberal conservadora.  

Elegido concejal del Ayuntamiento de Granada,  con 34 años ocupaba el primer puesto de Tenencia de Alcaldía, cuando se desarrollaron los acontecimientos que dieron lugar al fin del caciquismo en la provincia. Cesado el alcalde y dimitidos los concejales del partido gobernante, se vio obligado a asumir la interinidad de la alcaldía, justo en uno de los momentos más convulsos de la historia de la ciudad.

Ante la importancia que tuvieron las circunstancias de aquel momento en la vida de Vicente Almagro conviene repasar la historia de la ciudad en aquellos días y en los tiempos siguientes. Los archivos de las instituciones permiten  analizar los acontecimientos sociales y políticos y su participación en ellos, nadie de aquella época queda en el mundo, por tanto difícilmente se puede saber sobre su vida particular, pero a través de su trayectoria pública es fácil concluir que  fue un hombre íntegro y eficaz,  que dedicó gran parte de su vida al servicio de sus conciudadanos, pagando por ello el más alto precio posible.

En febrero de 1919 la mayor parte de la población granadina protagonizó una rebelión contra el caciquismo local, que aunque tuvo trágicas consecuencias, fue detonante del cambio político, social  y económico a nivel provincial, y que dio pie a la crisis nacional del sistema político que regía en el país.

En la etapa conocida como Restauración Borbónica en España se organizó un sistema político basado en un bipartidismo al estilo británico, turnándose sucesivamente  en el gobierno los partidos monárquicos, Conservador y Liberal-Fusionista, que para mantenerse en el poder se sustentaban  sobre dos pilares complementarios: el Caciquismo y el Fraude Electoral, conocido popularmente como Pucherazo o lo que es lo mismo la manipulación electoral. Por ese  método tramposo conseguían turnarse en el poder ambos partidos monárquicos, evitando así dar opción de gobierno a los partidos republicanos (Partido Demócrata Posibilista y Partido Socialista) que se mantenían en la oposición, como única posibilidad de hacer política. 

En Granada una de las agrupaciones en las que se había dividido el partido Liberal-Fusionista, tras la muerte de  Sagasta, su fundador, se había hecho con el control del aparato electoral desde el ayuntamiento, esta agrupación popularmente conocida como Partido Lachiquista, por haber sido fundada y estar regida por los hermanos La Chica Mingo,  Juan Ramón, diputado nacional y su hermano Felipe, alcalde de la ciudad, representaba el exponente más claro del caciquismo reinante en el resto del pais. Por medio de todas las prácticas fraudulentas imaginables, incluidas las amenazas y  la violencia contra los oponentes, práctica  bautizada por la prensa como  “matonismo político”, se mantenía en el poder desde hacía más de dos décadas. De tal forma que en las elecciones de 1918 los partidos de la oposición no habían obtenido ni una plaza , exceptuando un escaño que obtuvo el independiente Manuel Rodriguez Acosta.

La economía  estaba en manos de especuladores y empresarios corruptos, respaldados por unas autoridades que modificaban ordenanzas y reglamentos según sus intereses particulares y los de sus afines, cualquier corruptela que se pueda imaginar era permitida, baste decir, a modo de ejemplo, que los límites de la ciudad se modificaron para justificar que el Ayuntamiento de Granada costeara la construcción de  una carretera en el término municipal de Alfacar, carretera que llevaba directamente al cortijo del alcalde La Chica y su familia.

Estas circunstancias sociopolíticas locales, más las circunstancias del siglo en general, como la depresión económica provocada por la 1ªGuerra Mundial, acuciaban particularmente a aquella Granada de hace un siglo. Desde los primeros días del año 1919, la población se agitaba en manifestaciones y protestas callejeras, haciéndose patente que la paciencia ciudadana estaba llegando al límite. Por su parte los partidos republicanos y socialistas, conscientes de la necesidad de poner fin a la corrupción y regenerar la vida municipal, con la ayuda de sindicatos y las asociaciones de trabajadores azotados por el paro y, finalmente con la participación de los estudiantes de la universidad, sensibilizados socialmente gracias a la influencia  del catedrático Fernando de los Ríos, iniciaron una serie de acciones coordinadas para acabar con el régimen caciquil gobernante. Ante la evidencia del abuso de poder, trampas electorales y corrupción generalizada, el partido Conservador  también se unió a la lucha, formando una liga transversal estratégica para desalojar a la familia La Chica Mingo y su partido del gobierno provincial.

La rebelión de la mayor parte de la población granadina culminó con el sangriento motín ocurrido el día 11 de febrero, que fue reprimido por la Guardia Civil con el resultado de cientos de heridos de bala y tres personas muertas. Al final del día el ejército tuvo que salir a pacificar la ciudad, que fue declarada en estado de guerra. Esta noticia se divulgó por toda España y ese mismo día el Consejo de Ministros cesó al gobernador civil y al alcalde de Granada. 

Tras el cese del cacique, los concejales del partido “lachiquista” dimitieron y fue nombrado alcalde el señor González Sola, que dimitió a los pocos días  sintiéndose incapaz de gobernar la ciudad según el estado de ruina en que se encontraban las arcas municipales. La corporación municipal unánimemente acordó nombrar alcalde accidental a  Vicente Almagro San Martín, que gozaba de gran respeto en todos los sectores, por haber sido una de las voces más críticas con el “lachiquismo”,  y que en aquel momento era el Concejal responsable de Abastos y Primer Teniente de Alcalde. La interinidad duró desde el día 22 de febrero hasta el día 9 de mayo de 1919. 

Vicente Almagro asumió el reto a pesar del estado de ruina económica y moral que  presentaba Granada en aquellos momentos. En los 76 días que duró su mandato se vio obligado a tomar decisiones duras y determinantes para devolver la decencia al gobierno de la ciudad y recuperar el control de las arcas públicas, en el intento de solucionar, en lo posible, los enormes problemas que pesaban sobre Granada y sus habitantes.

Los meses que siguieron a los sucesos de febrero no fueron fáciles, la ciudad se encontraba en la ruina, desabastecida, encarecida y con la mayor parte de la población rozando la miseria. Ante tal panorama había que ser muy valiente y tener las ideas muy claras para asumir la responsabilidad de reorganizar los servicios públicos y garantizar el orden y el bienestar de los ciudadanos. 

El tesoro informativo contenido  en las hemerotecas, permite consultar las noticias de la vida municipal publicadas día a día  y a través de ellas se conoce  la magnitud de la corrupción y hasta donde se tuvo que llegar para resolver algunos asuntos. Analizando la prensa de aquellos días hemos podido conocer algunos datos del carácter y las ideas de Vicente Almagro, al menos en el ámbito de lo público. Al asumir el cargo, según la crónica, lo hizo pidiendo colaboración a sus compañeros, advirtiendo que solamente trabajando  todos unidos, olvidando  intereses partidistas, podrían llevar a cabo la difícil misión que tenían por delante. 

El Defensor de Granada, el mismo día que publicaba la noticia de la dimisión del alcalde González Sola y el nombramiento como alcalde accidental de Vicente Almagro, publicaba varias medidas tomadas por él como delegado de abastos,  así funcionaba el  nuevo alcalde-presidente del Ayuntamiento de Granada:


El DEFENSOR DE GRANADA, 22 d febrero de 1919.
“La Alcaldía: Anoche mismo se encargó de la presidencia del Ayuntamiento el primer teniente de alcalde don Vicente Almagro”.

“Por el abaratamiento de la vida: El delegado de Abastos, señor Almagro, continúa la campaña emprendida para conseguir el abaratamiento de los artículos de primera necesidad”.

“El precio de los huevos.”
El señor Almagro gestiona la adquisición directa de huevos y su posterior venta desde el Ayuntamiento.

EL DEFENSOR DE GRANADA, 23 de febrero de 1919
“La Alcaldía: Ayer fue remitida al ministerio de la Gobernación la dimisión presentada por don Santiago. González Sola. El Gobernador entiende, según; manifestó a los periodistas, que el Gobierno no hará nuevo nombramiento toda vez que encargado de la alcaldía el primer teniente de alcalde señor Almagro, que cuenta con generales simpatías, no es urgentisimo como antes, proveer dicho cargo.”

“Crítica Política. La Semana en la Alcaldía: Nuestro Alcalde accidental dió ayer una nota importantísima de su futura gestión como Alcalde, al devolver y anunciarlo en la prensa, una tarjeta de libre circulación que le regaló la empresa de los tranvías eléctricos. Es un detalle casi trascendental.”

EL DEFENSOR DE GRANADA, 25 de febrero de 1919
“Suspensión de empleados: El Alcalde decretó anoche la suspensión de empleo y sueldo de todos  aquellos empleados que no asistían a la oficina. Tiene el señor Almagro especial empeño en que conozca el público que  esas suspensiones se han hecho teniendo sólo en cuenta las listas que los respectivos jefes de Negociado le han entregado, en las que se incluía a todos aquellos empleados que habitualmente no asistían al trabajo.” 

EL DEFENSOR DE GRANADA, 13 DE MAYO DE 1919
“La ocasión de poner término a los problemas de personal ha llegado. El señor Almagro ha facilitado el camino de la solución con sus rigurosas medidas encaminadas a curar los vicios de Empleomanía.”


EL DEFENSOR DE GRANADA, 9 DE MAYO DE 1919
“Nos manifestó el señor Almagro, que está dispuesto a ser inexorable con los acaparadores y exportadores de trigo y harinas.” 

EL DEFENSOR DE GRANADA, 9 DE OCTUBRE DE 1919
“La reorganización de los Mercados fue otro de los asuntos de mayor interés que se trataron en el Cabildo del miércoles. El señor Almagro, hombre infatigable, enérgico y con envidiables dotes de organizador, está realizando una labor importantísima para cortar abusos, mejorar los servicios y defender los intereses del público. Deseamos que persevere en sus trabajos hasta dar a los Mercados una organización propia de Granada. Por lo pronto, bien merecidos tiene los elogios que le tributó el señor Ortega Molina y los que nosotros gustosamente le rendimos para hacerle justicia.”


Esta selección de noticias puede dar una idea de cuál fue el compromiso  y a qué nivel de desastre estaban las cosas para que desde el Ayuntamiento se tuvieran que asumir tareas tan básicas como  la venta directa de los productos de la cesta de la compra, o para que el hecho de que el alcalde rehusara un regalo tan simple como un billete gratis para el tranvía, fuese noticia digna de aparecer en la prensa.

No habrán sido muchos los alcaldes que hayan tenido que ocuparse de tareas tan vulgares y a su vez tan necesarias, como las que tuvo que afrontar el alcalde accidental de Granada en aquellos días.  Inspecciones a todos los niveles, ordenes de cierre de puestos del mercado, unos por insalubres y otros por no respetar las ordenanzas de precios y servicios. Hasta dónde llegaría el nivel de desfachatez que, a pesar de que la ley lo prohibía expresamente, la gestión y recaudación del impuesto al consumo estaba transferida a manos privadas. Precisamente la anulación de dicha concesión y la recuperación de la gestión del citado impuesto, fue una de las primeras medidas que adoptó el nuevo alcalde, demostrándose el desvío de fondos como se sospechaba, pues en pocos días  la recaudación se duplicó.
Lo
Fueron meses de negociaciones: productores de harinas, de aceite, fabricantes de pan,  pescadores del puerto de Motril, todos los campos del abastecimiento recibieron la visita del alcalde para consensuar precios o, en muchos casos, para saltarse intermediarios especuladores y asumir el Ayuntamiento la adquisición y posterior venta directa del producto. Los huevos, el pescado, el carbón, todo tuvo que ser intervenido por el Negociado de Abastos. 

Experto en Derecho Administrativo, en él fundamentaba sus propuestas, y lo anteponía a cualquier improvisación coyuntural. Su confianza estaba en el Reglamento y la Organización como única forma de gestionar lo público. Era conocido por su ímpetu propulsor de ideas, que siempre eran sensatas y factibles. Valiente y eficaz como para despedir a la mitad de la plantilla del ayuntamiento que no cumplían con su trabajo y proponer un proyecto de estatuto regulador del funcionariado, garantizador de la limpieza en la contratación, así como de la estabilidad profesional, acabando con recomendaciones y cesantías.

Su prestigio de hombre justo y capaz fue en aumento en aquellos meses, siendo reconocido hasta  por sus oponentes políticos. Y si en alguna ocasión, por parte de los restos del partido Lachiquista se intentó difundir alguna noticia negativa sobre Vicente Almagro,la defensa fue unánime por parte de la prensa y el resto de las fuerzas sociales, que no escatimaron alabanzas a su gestión.

Con el nombramiento del nuevo alcalde Antonio Ortega Molina, a partir del 11 de mayo de 1919, volvió a su puesto de Primer Teniente de Alcalde y desde su cometido de delegado de Abastos continuó colaborando con la corporación hasta que  fue cesado en febrero de 1920. 

POLÍTICA Y DESENGAÑO 

Sería inocente pensar que su gestión no granjeó enemistades a Vicente Almagro, todos aquellos que vieron la suerte de sus negocios cambiar en pocos días, a los que se les obligó a ser decentes sin vocación de serlo y los poderosos que se creían intocables y vieron cómo su poder se derrumbaba hasta el punto de no poder salir a la calle; ninguno de ellos debió de olvidarlo y, desgraciadamente, el  odio y el rencor, encontraron la ocasión de vengarse años más tarde.

Pero mucho antes de eso la vida le mostró su lado más ingrato en forma de traición desde su propio partido, sin duda que a los intereses de los partidos políticos un hombre íntegro y eficaz conviene, pero solo hasta cierto punto. Tras haber sido uno de los artífices de la lucha contra los caciques y de haber asumido la jefatura que nadie quería asumir, se aprovechó una baja por enfermedad grave para sustituirlo en su puesto en el Ayuntamiento y en las listas electorales para los comicios siguientes. Desde la dirección del partido se le propuso que encabezara la candidatura por Baza, él rehusó el ofrecimiento. Por estos motivos pidió la baja en el partido romanonista y se presentó como independiente, pero no obtuvo acta en aquella ocasión. Las circunstancias que dieron lugar a su retirada de la política activa, en aquella etapa,  quedan claras en esta carta publicada en la prensa de aquellos días.

El Noticiero Granadino 29-2-1920 y El Defensor del Pueblo 2-3-1920
Carta abierta al popular concejal D. Vicente Almagro del ilustre periodista D. Fabian Vidal.

Querido amigo: usted simbolizó el movimiento ciudadano en Granada.
Al cabo de un año usted se queda sin acta y los granadinos se abstienen cobardes o venden su voto envilecidos. ¡Qué asco y qué vergüenza!
Retírese de la política como se ha retirado de esa madriguera de cucos que es el partido romanonista de Granada No le merecen a usted. 
Y Granada tampoco tiene derecho a que se siga sacrificando por ella un hombre de su sinceridad su empuje y su temple.
Después del periodo de violencia sistemática ha llegado el tiempo del compadrazgo organizado. Hay una tácita conspiración contra los que disuenan y tienen el valor de gritar sus indignaciones en el ágora y en el comicio.
Usted no cabe entre ellos, le han hecho el vacío, le han vendido miserablemente. En suma han procedido como lo que son.
Postrado usted en cama con una grande enfermedad, sin poder defender su acta, era, no solo obligación, sino compromiso de honor para quienes se llamaban sus correligionarios, el llevarle al Ayuntamiento. ¿Qué hicieron? Ya se ha visto, le traicionaron, le traicionaron alegremente, y es que en los momentos decisivos cada uno se muestra como es…
Recuerdo que hace algún tiempo, hablando yo en Madrid con un romanonista  granadino relativamente conspicuo, tuve una corazonada de lo que le iba a suceder a usted en las elecciones. El tal , habiendo yo citado a usted en la conversación incidentalmente, hizo una  mueca de desagrado y repuso:

Vicente...Vicente es imposible.
¿Por qué?- Respondí asombrado.
Porque es…¡Demasiado Quijote!

Si… tenía razón, tierra de Sanchos, se ríe de los Quijotes. No les comprende. Quienes acuden a ella y le hablan el alto, claro y vigoroso lenguaje del civismo, solo encuentra oídos sordos y solo ven muecas burlescas.
Si, amigo Almagro, huya de la política activa. Y si puede, liquide sus negocios y vengase a Madrid. Ya se habrá convencido de que en Granada el paisaje, sigue siendo mucho mejor que el paisanaje.
El romanonismo, con sus Nácheres y Carrascosas, es un partido que cuadra muy bien al ambiente político y moral de Granada.
Vengase a Madrid, le digo. Un abrazo de su buen amigo.

Fabián Vidal.


A partir de 1920 no se encuentran noticias en la prensa sobre Vicente Almagro San Martín, se supone que su actividad profesional y su familia ocuparían su tiempo, aunque habiendo conocido su inquietud intelectual y social es fácil concluir que seguiría participando en la vida ciudadana de alguna forma. A partir de 1930 hay alguna información sobre su adscripción al Partido Republicano Progresista, liderado por Niceto Alcalá Zamora, aunque no aparece ni como candidato ni como colaborador en mítines o actos públicos. Su vuelta a la política activa se produjo en octubre de 1931 cuando fue nombrado gobernador civil de Alicante, curiosamente no fue a propuesta de su partido sino por recomendación del socialista Fernando de los Ríos Urruti, ministro de Instrucción Pública de la Segunda República  en aquellos días. Permaneció en el cargo hasta el  15 de junio de 1932, cesando  a petición propia, para no presentarse a las nuevas elecciones que se anunciaban.

Tras ese breve paso por Alicante, volvió a su despacho de la Plaza de los Campos, y ya el silencio de la prensa no nos permite saber nada más sobre su vida, ni de su muerte. Porque hasta ahora, ochenta años después, no se ha contado la historia de este hombre que dedicó los mejores días de su vida al servicio de los demás, y el pago que recibió fue el más cruel posible: la traición,  el asesinato y el olvido.


1936
VENGANZA,MUERTE Y OLVIDO

“Granada es la única ciudad del mundo que entierra sus ríos y mata a sus poetas”
Enrique Morente


En Granada triunfó el golpe de estado que el General Franco perpetró el  18 de julio de 1936 contra el Gobierno de la República.  Tras someter a unos ciudadanos desarmados y desorientados, que no sabían lo que se les venía encima, los golpistas se hicieron con el control de la ciudad con facilidad. Solo se sumaron al golpe la ciudad y algunos pueblos de la Vega, el resto del territorio siguió siendo fiel al gobierno democrático por lo que durante unos meses quedó aislada del resto de España. Hay quien culpa a ese aislamiento de la crueldad de la represión, puede ser que la ausencia de noticias del resto del país les hiciera sentirse impunes, pero la realidad es que el terror se adueñó de la ciudad aquellos días,  cualquiera tenía capacidad de matar, sintiéndose amparados por una parte de la sociedad resentida, envidiosa y mezquina que aprovechó la ocasión para aplicar sus particulares ajustes de cuentas, eliminaron impunemente a todo aquel que hubiera tenido un papel político o socialmente destacable, conscientes de que su ejemplo y autoridad moral  serían escollos ante el camino que ellos acababan de emprender.

En los primeros días de agosto fueron fusiladas todas las autoridades civiles de Granada, gobernador civil,presidente de la diputación, alcalde de la capital, delegados de los ministerios, rector de la universidad, médicos, abogados, periodistas, catedráticos e intelectuales destacados, como si ellos fueran los responsables de los desatinos del Gobierno de la República. 

El día 8 de agosto de 1936, a la edad de 50 años, Vicente Almagro San Martín fue ejecutado por fusilamiento  en un lugar llamado Prado de la Casilla en  Puerto Lobo, en el término municipal de Víznar, según declaraciones de testigos al escritor Eduardo Molina Fajardo y reflejados en su libro “Los últimos días de García Lorca”. La muerte de Vicente Almagro no fue registrada  en documento alguno por lo que no existe constancia de denuncia, cargos, juicio ni sentencia condenatoria. 


No fue suficiente la eliminación física de la persona, aún quedaba más daño por hacer. El 23 de octubre el Boletín Oficial de la Provincia publicaba la orden de apertura de expediente de Incautación de Bienes de todo aquel que hubiese pertenecido al Frente Popular, estuviera implicado en actos contrarios a la causa del Ejército Nacional o simplemente fuese sospechoso de simpatizar con  la república. Entre la larga lista de afectados, la mayoría de ellos fusilados meses atrás por las mismas autoridades militares, se encontraba el nombre de Vicente Almagro San Martín. Eliminar al cabeza de familia no bastaba, también había que robarles su patrimonio y sus medios de vida.

En aquel despropósito se produjeron toda clase de contradicciones: El mismo bando que asesinó a Vicente Almagro movilizó a sus cuatro hijos, Vicente, Melchor, Manuel y José María Almagro Segura, que fueron enviados al frente donde perdió la vida uno de ellos: Melchor, fallecido como consecuencia de las heridas producidas en acción de guerra el dia 28 de marzo de 1938, mientras prestaba servicios como alférez provisional en las fuerzas del bando del general Franco.

No se sabe si a todos los jóvenes que caían en el frente se les hacía los honores que se le hicieron al alférez Melchor Almagro, pero a él las autoridades militares  le organizaron un espectacular entierro en Granada,  en el que desfilaron todas las autoridades militares, falangistas y universitarias. Al final del acto religioso el Alto Jefe de la Falange pronunció un ardiente discurso elogiando la heroica acción del joven Melchor Almagro, estudiante del quinto curso de medicina, en reconocimiento a sus méritos militares. Sin poner en duda que el muchacho se lo mereciera por sus propios hechos, es fácil deducir que también este ceremonial público tenía objetivos ejemplarizantes: Humillación post mortem para Vicente y escarmiento para todos los republicanos. Puede que este pensamiento sea exagerado, es posible que el joven  tuviera las ideas que ellos elogiaban, si era así estaría en su derecho, pero no deja de ser sospechoso el homenaje público que montaron. 

Aquí podría terminar esta historia de la vida pública de Vicente Almagro San Martín, es todo lo que quien la escribe ha podido deducir en las bibliotecas, hemerotecas, tesis doctorales, ensayos y libros de historia, pero sería una falta de respeto imperdonable no recapacitar sobre la crueldad con que el destino trató a su esposa Elvira Segura Soriano. 

Estremece pensar en el dolor de aquella mujer: su esposo y padre de sus hijos asesinado sin justificación, con una familia que alimentar y empobrecida por el robo de todos sus bienes; cuatro de sus siete hijos enviados al frente de guerra,  y por último,  lo más terrible para una madre, la muerte de uno de ellos. Hay que ser muy fuerte y muy valiente para seguir adelante ante una tragedia de esas dimensiones, y ella lo fue. Vivió treinta años más, para ver a sus hijos prosperar y formar sus propias familias y ser testigo de cómo se multiplicaban y el linaje de Vicente se repartía por el mundo.

Granada, marzo de 2019
MARÍA DEL MAR VIDA ARREDONDO





Mi agradecimiento a  Amalia Gijón Ruiz, bibliotecaria de la Diputación Provincial de Granada, por su colaboración y su ayuda inestimable.


Fuentes: 
Biblioteca Virtual de Andalucía
Hemeroteca: 
El Defensor de Granada
La Verdad
El Noticiero
Diario Patria






Bibliografía
“La Protesta Contra El Caciquismo en España y la contienda Política en Granada, 1919” Artículo de  Álvaro López Osuna y Antonio López Egea
“Lo últimos días de García Lorca” autor: Eduardo Molina Fajardo
“Federico García Lorca y el flamenco”, autor:Ramón Fernández Palmeral
“Verano del 36 en Granada”, autor:Manuel Titos Martínez
“Los alcaldes del siglo XX de Granada” ( no publicado),autor:Manuel Anguita
“Dinámica de contienda política en la ciudad de Granada(1898-1923)” 
Tesis doctoral de Álvaro López Osuna

10 comentarios:

  1. Hola, soy el hijo de Vicente y Sonia. Quería agradecerte la entrada sobre mi bisabuelo. Ahora me va quedando más clara mi propia historia. Me gustaría con esto aprovechar para empezar un diálogo y compartir nuestras vivencias e ideas. Saludos y un fuerte abrazo!

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  2. Gracias a ti, por leer mis cosas.Ha sido un honor buscar la historia de tu bisabuelo. Le he pedido a tu familia tu dirección para contarte más cosas.

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  3. Buenos días, tengo una foto de amigos cazadores de 1930 y se supone que él, es uno de ellos. Por este medio no me deja adjuntar fotografías. Me gustaría enviarla y me confirmasen que es el. Muchas gracias

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  4. Por favor me interesa muchísimo, no se como te llamas ni como contactar contigo, pero te pongo mi correo electrónico por aquí para que me mandes la foto. coco.vida@gmail.com Y muchas gracias por leer mi blog

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  5. Hola, soy bisnieto de Vicente Almagro, nieto de su hijo Vicente. Mi abuelo nunca tocaba este tema, probablemente su dolor con respecto al mismo lo justificaba. Ha sido muy interesante leerte, y te quiero agradecer el esfuerzo de recopilar toda la información y compartirla. Muchísimas gracias por tu labor.

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    1. Muchas Gracias a ti por leerlo. Terminaré su biografia más extensacuando sea libro te inormaré.

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  6. Buenas noches, Coco. Soy Amelina Corrrea. Acabo de encontrarme con esta interesantísima entrada de tu blog acerca de Vicente Almagro San Martín, que me ha encantado y me ha aportado datos muy interesantes. No sé si sabes que yo publiqué una biografía de su hermano mayor, Melchor, así como ediciones de dos libros suyos autobiográficos: "Teatro del mundo. Recuerdos de mi vida" y "Biografía del 1900".
    Si amplías la información sobre Vicente y publicas un libro, me encantará leerlo! Enhorabuena por tu trabajo

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    1. Muchas gracias por tus palabras, cuando termine el libro te aviso. Tus textos sobre la familia fueron buenas fuentes para documentarme, son muy buenos. Muchas gracias otra vez por tu comentario.

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