domingo, 20 de septiembre de 2009

Mirar un cuadro






Cuando miro un cuadro veo lo que ha pintado el artista y no me planteo otra cosa que no sea esa; lo que yo veo, lo que él pintó. Nunca he pensado eso de "qué quiere decir" con esto el pintor. Eso no es por que yo lo entienda todo o que no haga mi propia interpretación de lo que hay en el cuadro, simplemente lo veo con ojos de espectadora.

Me emociona ver las obras de arte que cuentan historias por si mismas, sin que yo tenga que adivinarlas, admiro la forma en que esas historias son contadas por el artista, no puedo abstraerme y ver, solo como un cuadro, "Los fusilamientos de Príncipe Pío, el 3 de mayo de 1808", o "La lucha contra los Mamelucos, el dos de mayo de 1808", de Goya. Me convierto en espectadora de los acontecimientos que ocurrieron, como si los viviera en primera persona. De igual forma no puedo dejar de ponerme las manos en la cabeza como esa mujer que, por encima de la valla, mira como fusilan a Maximiliano en el cuadro de Manet. Creo haber leído en alguna parte que Picasso se negó a explicar el simbolismo del Gernika, hizo bien, no hacía falta. Cuando lo trajeron y lo pudimos ver por primera vez en el Casón del Buen Retiro, y lo vi tan grande, tan doloroso, me tuve que sentar de la impresión que me causó, habían puesto allí un banco largo muy oportuno, sin duda antes, alguien mas sensible que yo se había caído al suelo.


Por otra parte, hay obras en las que me da igual lo que cuenten, solo me impresiona la belleza de lo que han pintado, lo que me impresiona es el arte, la genialidad del pintor. Y si se trata de arte abstracto, no veo nada mas que los colores y las figuras, no busco más allá, y me gustan por eso, porque son colores y son figuras, no tengo yo tantos conocimientos como para interpretar esas obras.


En los cuadros de Juan, algunas veces, descubro cosas que van mas allá de la pintura, pero yo creo que es porque conozco su historia. Por ejemplo, recuerdo una exposición en Las Rozas en la que había un cuadro grande muy bonito con la Bony ( su perra) en primer plano, me dí cuenta que la perra que había pintado tenía algo raro en los ojos y pensé "Joder con el tío que ha pintado a la perra muerta", supongo que otras personas se darían cuenta también, pero en mi caso dí por sentado que era porque hacía muy poco tiempo que habíamos pasado por el duelo de la pobre perrita. Delante del cuadro hablé con él y me dijo ¿Has visto que la Bony está muerta?.-Pues claro, ¿Como no lo voy a ver?. Pero los dos conocíamos nuestra historia reciente. Lo mismo puedo contar de otros cuadros en los que he visto cosas, los columpios vacíos, las madres que se iban con el niño en brazos alejándose, el niño jugando pero muerto, todos esos cuadros amarillos y con niños tristes. Y también he visto los colores de la Estrella de Oriente, las risas y el raso brillante y rosa del vestido de su hija en alguno de sus últimos cuadros.


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